Y si. Como todos los años la tradición familiar lo indica, nos vamos de vacaciones para esperar el nuevo año en la playa.
En dos días tendré que: pagar por anticipado las cuentas de enero, organizar bolsos (previo revisar toda la ropa que pensamos llevar y ver si está en condiciones), llevar el auto al mecánico, buscar el plano del lugar (para llegar sin perdernos), hacer lavar el auto, preparar alguna viandita para el camino (tenemos 12 hs de viaje! ¿quién aguanta sin masticar algo?), comprar crema para las quemaduras solares (alguno siempre se quema mal!!), limpiar las reposeras y la sombrilla, que no sé dónde está. En fin, esas tareitas que siempre nos tocan a las mujeres.
La verdad es que tengo tantas ganas de llegar al mar que hago todo con gusto, calladita y sin rezongar.
Es un gran placer recibir el año en ojotas, en la playa, viendo toda la costa iluminada por hermosos fuegos artificiales, en compañía de mis hijotes, mi mamá y mi marido.