27/2/08

Los buenos amigos


Siempre, desde que era la "defensora de pobres y ausentes" en mi infancia, he tenido, al decir de los demás, reputación de buena amiga.
Muchas veces pienso que tendría que haber sido psicoanalista, porque tengo la tendencia a entender todo de todos, a brindar sugerencias (no me gusta dar consejos, a menos que yo haya pasado por la misma situación), a decir de frente las cosas que me gustan y las que no. Por supuesto, puedo con la vida de otros, pero no con la mía...
Pero tener buena reputación como amiga no siempre es saludable, porque una buena amiga detesta mortificar a sus amigos con sus propios problemas y, cuando se siente bajoneada como yo en este momento, se encierra, no cuenta, no comparte, por no querer cargar a otros con sus historias.
Tal vez a los cuarenta y tantos he comprendido que mis dilemas existenciales son insulsos comparados con los de mis amigos; tal vez algunas veces me fallaron los que pensé eran mis buenos amigos y ya nunca más pude abrir mi corazón de la misma manera... Tal vez les hice reputación de buenos amigos y pensé que eso significaba fidelidad absoluta, sin entender que la amistad no es una simbiosis, es más bien un mutualismo, en el que dos individuos se apoyan, se respetan, se quieren, cada uno con su estilo, sus criterios e individualidad.
En este preciso momento me cae la ficha de que tengo una amiga desde hace cuarenta años!!! Nos han separado las distancias, pero siempre, por lejos que estuviésemos, hemos estado unidas por el corazón. Hemos reído y llorado juntas tantas veces!! Este es un caso claro de amistad que pasa a ser una hermandad del alma.
La vida me ha regalado varias amigas que son mis hermanas del corazón. Cada una con su estilo, con su forma de pensar y de vivir , todas excelentes personas.
También tengo buenos amigos. La visión masculina de las cosas es tan singular y diferente a la de las mujeres, que vale la pena escucharlos, aunque cuando están bajoneados son peores que la más histérica de las féminas. Muchos no creen en la amistad entre un hombre y una mujer. Yo sí. Todo es cuestión de saber mirar al otro sólo con ojos de amigo y no confundir sentimientos. Eso ... eso es un buen tema para otro post.
Ahora me voy a llamar a una amiga para contarle mis desventuras, aunque se mortifique un poco. Al fin y al cabo ... en las buenas y en las malas, siempre están los BUENOS AMIGOS!!

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