La reputación de los hombres es tema que da para tratar largo y tendido.
Como para cada niño hay una escuela ideal, para cada mujer el hombre con reputación ideal es distinto.
Para algunas su "media naranja" es el tipo tranqui, que la lleva al trabajo, la acompaña al médico, lleva los chicos al colegio, le prepara el desayuno y se lo lleva a la cama, le ayuda con las compras (que ella paga, porque con tanta tarea hogareña, él no aporta un miserable peso) y de vez en cuando le da una noche movida en la cama.
Otras los prefieren super lindos, musculosos (no importa si el cerebro está conectado al resto del cuerpo), con buenas pilchas, a veces más jóvenes, a veces con más cirugías estéticas que ellas y, que a veces las llevan a la cama, siempre y cuando haya un espejo cerca para que puedan mirarse. Son las que después lloran horrores si sus Narcisos las engañan con la primera tonta que se les cruza, que a veces, es su mejor amiga.
Hay mujeres que adoran a los hombres formales. El marido perfecto: educado, profesional, que nunca se sale de sus casillas. Siempre impecable, atento, que envía flores o compra un regalo para cada aniversario. Las llevan de vacaciones a la playa y las hospedan en hotel, para que las reinas de la casa descansen y, ni siquiera tengan que tender una cama. Tienen buna perfomance en la cama, pero todo medido, nada fuera de los límites. Son como el reflejo de "papá".
Están las que los prefieren independientes, libres como los pájaros, los que no quieren compromisos, los que no aceptan reproches, pero se resienten si la mujer osa ponerlos en su lugar. Son veletas, celosos, bipolares, callados y cerrados como mulas cuando escuchan lo que no quieren oir. Son intensos a la hora del sexo, pero no saben manejar la situación después del orgasmo. Especialistas en herir los sentimientos femeninos, no dudan en huir sin previo aviso si alguna situación los supera o, peor aún, si sienten que se están enamorando.
Se podrían enumerar muchas otras categorías: los buenos padres, los que viven para trabajar, los que viven para su cuerpo, los que jamás escuchan, los fiesteros, los ultraaburridos, los orgullosos, los infieles, los... bueno la lista es interminable.
Ahora bien, existen categorías masculinas que gozan de ¡¡¡pésima reputación!!!: los que todavía siguen pegados a la pollera de mamá, los que comparan a sus mujeres con su mamá, los solterones, los celosos, los que te dejan en el banco de suplentes si el programa son los amigos y el fútbol (o cualquier otra cosa, ya que cualquier colectivo les viene bien para dejarte de lado) y los casados.
Lo seguro es que siempre hay una mujer que los elige, los sufre y se queja, pero nunca los deja.
Como se dice por ahí "a las mujeres nunca hay nada que las conforme" y yo pienso que esto tiene que ver conque no sabemos lo que queremos y nos equivocamos en las elecciones.
¿Por qué siempre nos atraen los de reputación dudosa? Somos masoquistas!!!
¿Por qué siempre nos atraen los de reputación dudosa? Somos masoquistas!!!
Claro que yo canto de oído este tema, porque mi marido es el HOMBRE PERFECTO...!!!!???