Me encanta ser docente. Amo lo que hago, pero debo admitir que últimamente dar clase se ha convertido en una tortura china. Es terriblemente decepcionante preparar un tema pensando que los pibes se van a estusiasmar y luego lo van a estudiar y, a la hora de las evaluaciones, te entregan una hoja en blanco, a veces sin ni siquiera escribir su apellido.
Pensando en cómo revertir esta situación me senté a pensar qué es un adolescente y ... ME ACORDË que yo también lo fui y, que salvando las distancias generacionales, es una etapa de la vida bastante difícil.
Es cuando comienza la búsqueda personal, y no te avisan que nunca más te vas a encontrar. Aparece el acné que se adueña de tu cara y no hay crema, ungüento, gel, loción té de yuyo o alimentación sana que te lo quite de encima. Llega para irse cuando se le dé la reverenda gana, lo cuál puede ser nunca.
Te sentís más gordo, más flaco, más alto, más petiso, más feo más tonto, más incomprendido, que cualquier otro ser humano.
La ropa te queda o demasiado grande o demasiado chica.
Sos grande para ver dibujitos,pero chico para las peli prohibidas para menores.
Sos más alto que tu vieja, pero cuando te mira enojada te sigue pareciendo un gigante, con el que ahora hay que pelearse, porque el tema es dar la contra, ser rebelde con causa o sin causa, da igual.
Te gustan los pibes que no te dan ni la hora y, cuando te empiezan a registrar ya no te interesan más.
Querés salir todos los fines de semana y no te dejan. Querés pintarte para ir a la escuela y no te dejan. Querés hacer educación física con pulseras, aros y collares y no te dejan. Querés quedarte a dormir, comer o vivir en la casa de una amiga y no te dejan. Querés irte de campamento con tus compañeros para el día del estudiante y no te dejan. Querés hacer lo que se te da la gana y no te dejan.
Todo lo que dicen y hacen los adultos, en especial los padres, te parece absurdo, equivocado.
Los bancos de la escuela son iguales a los que tenías en primer grado, vos creciste, pero no los incómodos bancos. No sabés dónde poner las piernas. Para escribir molestás al compañero de al lado y él a vos.
Te avergüenza cuando te dicen "¡cómo has crecido, qué grande estas!" y te dan ganas de contestar "Obvio, tarado, ya dejé los pañales y la mamadera hace rato, tengo 15 años!"
Te revienta ir a algún lugar y tener que andar besando a viejas a las que no conocés, que tienen mal aliento y unos bigotes que te pinchan.
Tenés que volver a la hora que te dicen y, para colmo, pasar por el dormitorio de tus viejos para avisar de que llegaste, y así de paso inspeccionan las condiciones en que regresaste.
Si no integrás un grupo, te sentís sapo de otro pozo.
Si te gusta estudiar sos un nerd. Si no te gusta estudiar, todos se encargan de pronosticarte un futuro de terror.
No te dejan poner la música a todo volumen y, vos no entendés otra manera de escucharla, hasta que te desenchufan el equipo.
Detestás levantarte temprano, ordenar tu habitación, colaborar en las tareas hogareñas, abrigarte porque nunca tenés frío...
Tampoco todo es tan negro: también es la época de reír por cualquier cosa, de tener muchos amigos, de las primeras salidas, del primer novio, con ese primer beso inolvidable. De usar ropa divertida, de bailar hasta que te duelen los pies
Ahora bien, eso siempre ha sido la adolescencia, pero ... ¿porqué me tengo que aguantar sus palabrotas groseras, las faltas de respeto constantes, los olores cloacales que despiden, la violencia con la que se manejan, la falta de compromiso con el estudio y, por sobre todas las cosas, porqué me tengo que bancar a sus padres o tutores que son peores que los hijos?
No todos los pibes son iguales, pero lamentablemente la tendencia nos dice que cada día se festeja más al que peor se comporta. El estudioso es un nerd y el docente se ha convertido en niñero.
¡Dios mío ya quiero jubilarme!!!!
1 comentario:
Susana, amiga, cuanta verdad en eso que un docente es un niñero... Creo que en estas circunstancias de mala educación reinante, tanto en padres como en educandos, no podría ser docente.
Valoro mucho a gente como vos que a pesar de todo siguen adelante tratando que las nuevas generaciones aprendan algo de lo mucho que nuestros mayores nos enseñaron.
Yo he visitado a tus otros blog y no me siento capaz de dejar un comentario, porque no conozco la problemática...y hoy con tu post.. menos que menos
Besos educados..jajaja
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